Los dientes no sólo ofrecen estética sino que forman parte de tu cuerpo. No podemos ver la boca sólo como dientes sino como un órgano imprescindible para llevar a cabo funciones fisiológicas tan importantes como comer, hablar, pronunciar, masticar, deglutir, sonreír, respirar, besar o succionar.

Este sistema está compuesto por:

• Labios
• Lengua
• Dientes
• Encías
• Mejillas
• Paladar
• Amígdalas
• Orofaringe
• Glándulas salivales
• El suelo de la boca
• Maxilares
• Ganglios linfáticos
• Senos paranasales
• ATM
• Huesos
• Músculos
• Tejido celular subcutáneo
• Piel de la región facial y del cuello

Nuestra especialidad implica un profundo conocimiento de cada una de las partes que forma este sistema, lo que nos obliga a conocer y analizar cada una de las funciones de los diferentes órganos y corregir cualquier desviación de su función original para mejorar la estabilidad, la comodidad y la estética de cada uno de los órganos que los componen.

Cada diente está diseñado para llevar a cabo una determinada función en la boca, de aquí radica la importancia de que cada uno de ellos esté correctamente alineados. La alineación y la nivelación de los dientes hace que la limpieza sea mas fácil con lo que se reduce la aparición de caries y de enfermedades de las encías, a la vez que facilitamos la masticación y la digestión.

Morder mal puede contribuir a la pérdida de dientes y de hueso y a la aparición de problemas en el habla.

Los dientes se sitúan en el punto de equilibrio entre la lengua (por dentro) y los labios y mejillas (por fuera).

La forma de la boca depende de dónde y de cuánta fuerza hagan estos músculos durante la realización de las principales funciones de la boca como la respiración (debe ser nasal), la masticación, la deglución y la fonación.

La forma de la boca también se verá alterada si existe algún hábito como chuparse el dedo, succionarse el labio inferior, interponer la lengua entre los dientes, etc..

Por lo tanto si hay una alteración en la función y/o existe algún hábito, la forma de la boca se verá alterada. Dando una buena forma a la boca se puede reeducar cualquier alteración que haya en la función. Toda maloclusión tiene una causa que debemos conocer para poder corregirla solucionando así el problema de la maloclusión y de la causa que la origina.